La alimentación del cerdo ibérico resulta fundamental para conseguir una calidad u otra en los productos que de el se obtienen. A su vez la alimentación esta muy determinada por el tipo de cría.
Las bellotas son un alimento altamente energético, ricas en hidratos de carbono. Contiene un 50% de féculas, azúcares, grasas vegetales, caroteno y altas cantidades de vitamina C.
Un auténtico manjar para todos los animales herbívoros, que las devoran, sobre todo las de encina que son más dulces que las de alcornoque.
El cerdo ibérico transforma fácilmente las bellotas que ingiere en grasas monoinsaturadas (como el ácido oléico, muy beneficioso para la salud), que se infiltran en su musculatura. No ocurre lo mismo con los cerdos criados en intensivo a base de piensos, que presentan una proporción mucho mayor de grasas saturadas.
En función de la cantidad de bellota que haya ingerido el cerdo durante la etapa de montanera sus carnes se clasificarán de tres modos distintos:
- Bellota, si el animal ha puesto alrededor de 5 o 6 arrobas (entre 60 y 70 kg) comiendo las bellotas durante la montanera.
- Recebo, si el cerdo ibérico no ha logrado poner el peso anteriormente indicado durante la montanera (por haber poca cosecha de bellotas por ejemplo) y hay que continuar el engorde con piensos.
- Cebo, si el cerdo se ha alimentado básicamente con piensos.
En cuanto a la cría, tres métodos para las piaras:
- Sistema intensivo, el más usado y que más rentabilidad suele presentar. Normalmente se emplea para la cría de cerdos blancos, que se engordan en granjas o establos a base de piensos.
- Sistema de cría extensivo, donde los cerdos ibéricos pueden pastar libremente por la dehesa ejercitándose y alimentándose de hierba fresca, bellotas de encinas y alcornoques y otros frutos del campo. Cuando se agosta el campo hasta la llegada de la montanera o si al finalizar esta el cerdo no ha alcanzado el peso adecuado se complementa la alimentación con piensos.
- Sistema semi-extensivo, aquí los cerdos ibéricos están libres por la dehesa casi todo el dia, pero al atardecer se recogen en unos establos donde se suele complementar su alimentación con piensos, si la cosecha de bellotas es buena las carnes obtenidas son calificadas como bellota. Este sistema es el escogido por los ganaderos de fincas tamaño medio o pequeño.
Las denominaciones de origen también inspeccionan las cosechas de bellotas y fijan un número máximo de cerdo por hectárea en función de la densidad de árboles para cada finca o explotación (aprox. 1 Ha por animal)
No hay comentarios:
Publicar un comentario